Cómo promover una comunidad energética

Impulsar una Comunidad Energética

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Facilitar difusión y dinamización.

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Cesión de cubiertas.

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Participar (socio, colaborador,…)

Los ayuntamientos, como la administración más cercana a la ciudadanía, son un elemento clave para el éxito de las comunidades energéticas: apoyo tanto material como técnico, difusión y confianza para que se unan más personas. Además, tienen un papel principal para asegurar los derechos energéticos de la ciudadanía y por tanto para crear un modelo energético justo y solidario.

La administración local puede ser el origen de estos proyectos y deben pasar de la idea a la acción ya que tienen un compromiso con el alcance de objetivos energéticos y climáticos. Los ayuntamientos de Extremadura deben formar parte de la transición energética y defensores de la energía comunitaria.

¿Por qué tu Ayuntamiento debe ser parte del cambio y del proyecto?

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La confianza entre la administración local y las cooperativas y otros proyectos orientados a la comunidad con frecuencia se forja con rapidez y ambos tipos de entidades pueden convertirse en socios a largo plazo y aumentar mutuamente su capacidad.

Tanto la cooperativa como la autoridad local vienen impulsadas por su
misión más que por los beneficios económicos; comparten los mismos
objetivos:

Descarbonizar sus territorios,
fortalecer su capacidad de adaptarse a los impactos inevitables del cambio climático,
permitir a la ciudadanía el acceso a una energía segura, sostenible y
económica.

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Los programas de energía comunitaria aportan muchos beneficios a nivel local, más allá de contribuir a los objetivos en el clima. Los proyectos diseñados y realizados por comunidades energéticas con estructuras de gobierno democrático fuertes no solo reducen las emisiones de CO2: también contribuyen a otros objetivos estratégicos de la política estratégica. Los proyectos que lideran cooperativas locales o fundaciones sin ánimo de lucro han ayudado a las autoridades locales a:

mejorar la eficiencia energética y reducir la pobreza energética, bien
por medio de tarifas más económicas o de programas
exclusivamente dedicados a implicar y respaldar activamente a los
consumidores vulnerables;
permitir una forma más activa de ciudadanía local, dado que estas
iniciativas impulsan a los habitantes a sentirse más implicados y
preocupados acerca de su vecindario, lo que les anima a participar
en otras actividades sostenibles tales como la agricultura urbana,
iniciativas de reciclaje, movilidad compartida y así sucesivamente;
impulsar el desarrollo económico local, dado que los proyectos
propiedad de los miembros de la comunidad local pueden contribuir
hasta 8 veces más a la creación de valor añadido local.

¿Qué puede hacer su municipio?

Elaborar reglamentos favorables a la energía ciudadana y comunitaria

Las autoridades locales y regionales pueden adoptar reglamentos específicos sobre el uso de los solares o en relación con los edificios que favorezcan el desarrollo de fuentes de energía de propiedad ciudadana o comunitaria. Esto podría ser clave para alcanzar los objetivos de su proyecto. Otra opción: incentivos fiscales que pueden ofrecer los municipios a las comunidades energéticas.

Aumentar la concienciación

La alfabetización energética es otro concepto importante que debe tenerse en cuenta: cuantas más personas participen en las actividades relacionadas con la energía, más comprenderán el sistema energético en su totalidad. Su autoridad local puede ser clave a la hora de respaldar la alfabetización energética.

Compartir la plantilla y los recursos municipales

Como grandes propietarios de edificios, terrenos e infraestructura públicos, las autoridades locales también pueden conceder espacio dedicado a los proyectos comunitarios; por ejemplo, ofreciendo las azoteas de los edificios de su propiedad.

Facilitar el diálogo entre las partes interesadas

Las pequeñas comunidades energéticas pueden tener contactos y recursos útiles, pero las autoridades locales pueden contar con un mayor alcance. La autoridad local puede ser muy útil a la hora de ponerle en contacto con los agentes económicos relevantes y con otros actores medioambientales, energéticos y sociales en la zona.

Convertirse en miembro directo de una comunidad energética

Por último, pero de modo estratégico, la legislación europea ahora anima a las autoridades locales a convertirse en miembros reales y accionistas de las comunidades energéticas, junto con sus ciudadanos y PYME locales, sin asumir el control total. Pueden hacerlo en el campo de la generación de energía, pero las posibles actividades abarcan todos los servicios energéticos, desde la movilidad, la eficiencia energética, la agregación, el equilibrio, etc

Desarrollar una política energética social

Los municipios pueden desempeñar una función muy importante en la respuesta a la pobreza energética y el respaldo a las familias con bajos ingresos.

¿Cómo contribuir a los derechos energéticos de la ciudadanía?

Establecer  bonificaciones fiscales para las instalaciones de autoconsumo, en dos impuestos de carácter local, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto sobre Instalaciones, Construcciones y Obras (ICIO).

El porcentaje máximo de bonificación establecido en la ley para el ICIO es de un 95%, mientras que para el IBI es del 50% y sin limitación de tiempo.

Pobreza energética: Conseguimos transitar de la visión asistencialista del pago indiscriminado de las facturas en los hogares vulnerables, a un plan de trabajo global que consigue empoderarlos en el uso de la energía.

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