Oportunidades y superación de barreras

Revisa las oportunidades y barreras que conlleva una comunidad energética

Oportunidades

Las comunidades energéticas son más que un proyecto energético colectivo, buscan generar beneficios ambientales y sociales en el entorno donde se desarrollan. Mira algunas de las oportunidades que pueden generarse, con base en la experiencia de iniciativas ya existentes

Superación de barreras

Aunque la conformación de una comunidad energética supone todo un reto, tanto por la captación del interés de la ciudadanía como por lo aspectos legales y técnicos de la constitución legal y de los proyectos energéticos, estamos en un momento ilusionante ya que la normativa actual se está adaptando para proporcionar más facilidades. Aquí te contamos cómo superar algunas de las barreras más comunes.

Oportunidades

Las comunidades energéticas son más que un proyecto energético colectivo, buscan generar beneficios ambientales y sociales en el entorno donde se desarrollan. Mira algunas de las oportunidades que pueden generarse, con base en la experiencia de iniciativas ya existentes

Pobreza energética

Los hogares con menos recursos, invierten demasiado en facturas de luz, limitando otras necesidades básicas. Las ayudas sociales solo son soluciones temporales, por lo que las Comunidades energéticas deberían incluir a barrios y personas con riesgo de pobreza y exclusión social, capacitándolos en el uso eficiente de la energía del hogar.

Fomento del empleo

El desarrollo de proyectos energéticos y su mantenimiento es una oportunidad para empresas locales, al tratarse de iniciativas en su mayoría de pequeña escala y tener la ventaja de la ubicación geográfica frente empresas ubicadas en otras zonas que necesitarán aplicar gastos de desplazamiento.

Además, se puede generar empleo relacionada con la gestión social y administrativa de las comunidades energéticas, ya que en en muchas ocasiones, se sirven del trabajo voluntario de sus integrantes para las tareas de gestión, difusión y formación, pero, en función de su actividad y tamaño, no siempre pueden gestionarse valiéndose sólo del trabajo desinteresado de estas personas.

Personas mayores solas

Incorporar a las personas mayores es uno de los retos más importantes para cumplir la premisa “de no dejar a nadie atrás”, pero a la vez, una oportunidad para fomentar su inclusión. Es fundamental establecer mecanismos de financiación que ayuden a estas personas a acceder a los beneficios que puede generar participar en proyectos energéticos impulsados por las comunidades.

Por otro lado, es una oportunidad para que las personas mayores tengan voz y aporten su experiencia a la comunidad, generalmente basada en una cultura energética tradicional mucho más consciente de los límites de los recursos naturales y su modelo de gestión local para producir energía. Ellos son sin duda unos grandes referentes para compartir y recuperar parte de unas costumbres populares mucho más sostenibles

Atraer población y actividad económica

Diferentes experiencias de entidades locales han puesto de manifiesto la importancia de proyectos como participar en el autoconsumo colectivo a través de las viviendas de alquiler de titularidad municipal. Incluir estas viviendas de alquiler en el autoconsumo colectivo permite que las personas que se muden al municipio tengan energía gratuita, renovable y generada localmente, generando un mayor atractivo para atraer población.

De la misma forma que con los pisos municipales para alquiler, muchos municipios cuentan con polígonos industriales con un alto interés en atraer empresas que quieran ubicarse en la localidad. Dotar a estos espacios de energía solar proveniente de las instalaciones de las comunidades energéticas incorporándolos al autoconsumo colectivo, puede ser una ventaja competitiva para captar la atención de negocios interesados no solo en el ahorro económico, sino también en el desarrollo de actividades sostenibles.

Generar comunidad

Nuestra sociedad sufre de problemas endémicos como el aislamiento, la soledad, el desarraigo o el tedio, que ponen en riesgo los valores fundamentales sobre los que se sustenta la cultura democrática. Solo recuperando el espíritu de ayuda mutua, cooperativo, la ilusión de juntarse y compartir nos puede encaminar a construir un futuro justo y sostenible.

Por ello, es importante reconocer el éxito de las comunidades energéticas ya que son organizaciones democráticas con una ciudadanía activa, formada y autoorganizada, que toma las decisiones basadas en el consenso.

Esto obliga a la práctica de la confianza, el diálogo, la construcción de compromisos compartidos, el sentido de pertenencia y el apoyo mutuo. Además, estas dinámicas en grupo facilitan el aprendizaje colaborativo entre las personas participantes, beneficiosas en muchos otros ámbitos de la comunidad más allá de la energía. La acción colectiva es fundamental y clave para conseguir determinados cambios, ya sean de índole energético, ambiental, social o cualquier otra clase.

Superación de barreras

Aunque la conformación de una comunidad energética supone todo un reto, tanto por la captación del interés de la ciudadanía como por lo aspectos legales y técnicos de la constitución legal y de los proyectos energéticos, estamos en un momento ilusionante ya que la normativa actual se está adaptando para proporcionar más facilidades. Aquí te contamos cómo superar algunas de las barreras más comunes. ​

Falta de implicación de la ciudadanía

Una comunidad energética sin ciudadanía implicada no es una comunidad. Una de las partes más complicadas al iniciar una comunidad energética es captar el interés y saber compartir las ventajas que tiene participar en una comunidad energética, especialmente a aquellos que desconocen sus beneficios o se muestran reacios a ello.

En ese sentido, es importante conseguir un grupo de personas motivadas que haga de grupo motor del proyecto y consiga atraer participantes. Generalmente, este grupo motor se suele integrar inicialmente por 3-12 personas, que puede ir creciendo a medida que lo haga el proyecto. Sin generalizar ni delimitar, en el perfil del equipo más comprometido de integrantes suelen coincidir intereses por la capacitación y formación continua en temáticas de energía, cambio climático, políticas energéticas y tecnologías de energías renovables.  Es de gran interés que el ayuntamiento forme parte de este grupo motor, así como personas con distintos conocimientos y motivaciones para conseguir que el resto de la ciudadanía participante en las sesiones puedan verse reflejada.

El grupo motor, necesitará crear herramientas de difusión que ayuden a transmitir el mensaje o proyecto a tratar, con el objetivo de llegar al máximo y más variado número de personas posibles. Crear materiales de comunicación como cartelería, folletos, diseños para redes sociales o mensajes para aplicaciones de mensajería instantánea, son herramientas muy útiles para llamar la atención y generar curiosidad. Estos materiales pueden ser en formato digital o físico, dependiendo del público objetivo.

Son varios los argumentos que existen para llevar a cabo iniciativas sobre instalaciones de energías renovables de forma conjunta frente a hacerlo de forma individual, quizás, el más relevante sea el factor económico. En el caso de instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo colectivo, el coste del kWp instalado puede reducirse considerablemente frente a hacerlo de forma individual, al igual que los costes de monitorización y mantenimiento.

Además, compartir la energía con otros consumidores permite modular los coeficientes de reparto en función de las necesidades de cada persona y, de este modo, minimizar los excedentes.

Falta de financiación

Una barrera importante en las primeras fases de creación de comunidad energética es el modelo de financiación. Está más que demostrada la viabilidad económica de estos proyectos una vez se produce energía, sin embargo, es complicado en muchos casos encontrar los recursos económicos iniciales necesarios para dar el empuje necesario.

Además de las ayudas estatales y autonómicas específicas para comunidades energéticas o para autoconsumo colectivo, la administración local  puede financiar y aportar recursos en forma de recursos humanos que den apoyo en la dinamización y comunicación del proyecto en las primeras fases

Gestión de la constitución legal

La definición de los estatutos de la figura jurídica que se elija puede ser una fase que estanque el avance del proyecto al querer incluir aspectos sociales a abordar o relacionados con la gobernanza que alargue el proceso de constitución.

¿Cómo abordar esta barrera? En este sentido, es recomendable que los estatutos sean lo más sencillos posible, incluyendo de forma clara la actividad a llevar a cabo. Esto ayudará a que la tramitación no implique tener que realizar cambios que pueda alargar el proceso. En esta fase es importante contar con la ayuda o participación de personas expertas en la materia por su perfil profesional o porque ya hayan participado en otros proyectos similares. 

Ubicación del proyecto energético

Ubicación del proyecto energético

Este es uno de los puntos más importantes del proceso de creación de una comunidad energética. En el caso de instalaciones fotovoltaicas, el  espacio puede ser público o privado. En el caso de los espacios públicos, pueden surgir barreras respecto a la cesión del uso de estos espacios por parte de la administración local. La cesión de un espacio público a una entidad sin ánimo de lucro se encuentra actualmente regulada, y en el caso de querer desarrollar un proyecto fotovoltaico en la cubierta de un edificio público, existirán dos posibilidades:

  • Si se trata de un bien patrimonial, la cesión de uso durará máximo 35 años (5+30) siempre que en el acuerdo de cesión no se establezca otra cosa. En este caso, no habría problema al tratarse de un periodo de tiempo superior a la vida útil de la instalación. Consultar: RD 1372/1986.
  • Si se trata de un bien de dominio público, la concesión de uso privativo será por un máximo de 75 años. Al ser un periodo de tiempo superior a la vida útil de la instalación, tampoco supondría un obstáculo. Consultar: Ley 33/2003,

Otra barrera puede ser la distancia entre la instalación de generación y los puntos de suministro, que inicialmente fue acotada a un máximo de 500 m (RD

244/2019) y posteriormente ampliada a 2000 m para los casos de instalaciones en cubiertas, en suelo industrial o en estructuras artificiales existentes o futuras cuyo objetivo principal no sea la generación de electricidad (RD 20/2022).

Normativas sectoriales de la administración pública

Por lo general, la legislación referente a los entes locales no está planteada para posibilitar la colaboración público-ciudadana o público-social. Las normativas existentes son genéricas, y no recogen especificaciones en cuanto a las relaciones de una entidad local en el contexto de una comunidad energética, tal y como se plantean en las directivas europeas. Sería necesario realizar modificaciones puntuales, o una modificación más profunda para facilitar la plena participación y colaboración con la ciudadanía y el tejido económico, de entidades locales en comunidades energéticas.

Barreras en la ejecución del proyecto técnico.

Nos referimos aquí a las instalaciones de  autoconsumo fotovoltaico colectivo que están sufriendo importantes retrasos tras su ejecución por los requisitos que las empresas distribuidoras están exigiendo:

  • Requisitos técnicos:  Actualmente, todos las dificultades superados en las instalaciones individuales tras la entrada en vigor del Real Decreto 244/2019, persisten en las instalaciones colectivas al ser necesario un contador específico para la generación eléctrica, y que conllevaba numerosos conflictos en cuanto a la ubicación del mismo, el refuerzo de las acometidas o las instalaciones de enlace, la presentación de Boletines de instalaciones muy antiguas y/o su adecuación a la normativa en vigor, etc.
  • Requisitos en la documentación presentada: Las empresas distribuidoras, en muchos casos atribuyen los retrasos a la entrega incompleta de la documentación por parte de las instaladoras/ingenierías a la hora de presentar la solicitud a la distribuidora. En este sentido, la dilatación de los plazos de respuesta hace que aparezcan nuevos formatos de entrega de la documentación a mitad de proceso, haciendo que las distribuidoras lo consideren incorrecto y solicitan nuevamente la documentación. Por otro lado, otra razón por la que se producen retrasos en la tramitación administrativa es la no incorporación de los acuerdos de reparto de la energía de cada miembro de la comunidad junto con la solicitud. Este acuerdo de reparto permite a la empresa distribuidora avanzar en la incorporación de la información en su propio sistema, pero choca frontalmente con la realidad de las iniciativas de CEL o autoconsumos colectivos, puesto que a la hora de solicitar el punto de suministro a las distribuidoras el reparto no suele estar definido.
  • Comunicación entre empresa distribuidora y comercializadora: El retraso en la comunicación entre comercializadora y distribuidora demora la puesta en marcha y la colocación del contador de generación neta del código de autoconsumo (CAU). 3 El código de Autoconsumo (CAU): el CAU es un código que identifica unívocamente a la instalación de autoconsumo y que relaciona todos los puntos de consumo y de generación asociados a la misma. las empresas comercializadoras, está generando confusión y aplazamientos inadmisibles tras más de 3 años desde la publicación del RD 244/2019.

La falta de formación y el desconocimiento de la tramitación del autoconsumo colectivo entre los gestores de las empresas distribuidoras y, todavía de forma más patente, en Las comercializadoras están solicitando el certificado de la instalación eléctrica de la vivienda cuando el autoconsumo colectivo es virtual y no hay ninguna modificación de la red ni de la potencia de la vivienda.

  • Conflictos con los coeficientes de reparto: La normativa actual resulta excesivamente rígida en cuanto a la obligación de que el documento que recoge los coeficientes de reparto sea firmado por todos los participantes de la agrupación  que sea remitido tanto a la comunidad autónoma como a la distribuidora. Son múltiples las incidencias que surgen desde la firma del acuerdo inicial: modificaciones de potencia, cambios de titularidad cambios en las necesidades de los participantes por adquisición de vehículos eléctricos o instalación de sistemas de aerotermia, etc. que requieren la modificación de estos coeficientes, lo que resulta prácticamente inviable en la actualidad. El RDL 18/2022 publicado en el mes de octubre de 2022, incluye la figura de la comunidad de energías renovables (CER) como representante de autoconsumidores colectivos, pero deja en manos de la distribuidora (y comercializadora) valorar que una determinada entidad que se considera a sí misma como CER y promueva la tramitación de un autoconsumo colectivo pueda efectivamente ser considerada como tal.
Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad
Abrir chat
1
Escanea el código
Hola
¿En qué podemos ayudarte?